Las tuberías de polietileno están hoy en día implantadas para uso en numerosas aplicaciones. El transporte de agua potable fue el primer sector en el que se emplearon y se mantiene como el que más recurre a este material.
Sin embargo, no es el único, y hay que destacar sus aplicaciones en:
- Canalizaciones enterradas de distribución de combustibles gaseosos
- Instalaciones de riego (por aspersión, microirrigación por goteo y en microaspersión)
- Conducción de aguas regeneradas
- Transporte de sólidos
- Transporte a presión de aguas residuales
- Como emisarios submarinos.
Su importancia es tal, que hoy en día sería difícil imaginar cómo sería el mundo industrializado sin su presencia. Por ello, revisamos de forma breve cuáles son los orígenes de este material y su empleo para conducciones.
¿Cuando se descubrió el PE?
La primera vez que el polietileno fue sintetizado se debe al químico de nacionalidad alemana Hans Von Pechmann, que lo logró en 1898.
Como otros descubrimientos de la historia, el hallazgo fue producto de la casualidad, ya que se encontraba calentando en una estufa el compuesto orgánico conocido como diazometano cuando se produjo el fenómeno.
El resultante fue una sustancia blanca y de aspecto graso, como derretido. La primera denominación que recibió tal sustancia fue ‘polimetileno’, bautizado así por los también químicos germanos Eugen Bamberger y Friedrich Tschirner.
Habría que esperar hasta 1933 para que fuera sintetizado de acuerdo a cómo lo conocemos a día de hoy. A pesar del alto desembolso económico que supuso, los ingleses Reginald Gibson y Eric Fawcett se propusieron conseguirlo, para lo que ejercieron una presión de cerca de 1400 bares y una temperatura de 170 °C en un autoclave sobre el producto.
El resultado fue una sustancia de color blanquecino en la que se apreciaban de nuevo largas cadenas compuestas por metileno o CH2. El resultado es lo que hoy en día conocemos como polietileno de baja densidad (PEBD o, en inglés, LDPE).
La revolución de los catalizadores
Un gran avance para su comercialización fue la aplicación de catalizadores, gracias a los cuáles se lograba la polimerización sin necesidad de aplicar tanta presión, lo que conseguía abaratar el coste.
El alemán Karl Ziegler y el italiano Giulio Natta dedicaron sus esfuerzos a la búsqueda de esos catalizadores que terminarían por revolucionar el mundo de las conducciones.
(Catalizadores Ziegler-Natta)
Aunque el polietileno de alta densidad (PEAD) ya se empleaba en la década de los años 50, ambos recibieron el premio Nobel en 1963 por sus investigaciones y dieron nombre propio a un tipo de catalizadores.
El Polietileno en España
La llegada de tuberías de polietileno a España sería posterior, pero, desde finales de los años 50 del siglo pasado, se vive un progresivo incremento del uso de tuberías de este material plástico.
Ventajas como su flexibilidad, bajo peso y elasticidad, junto a otras como la resistencia a la corrosión y a los movimientos de tierra, hacen que penetre con fuerza en el mercado.
La preocupación por la sostenibilidad medioambiental ha jugado también a su favor, puesto que hablamos de un producto completamente reciclable.
En los últimos 20 años se puede decir que se ha vivido otro importante salto adelante, con la aparición de modalidades de polietileno que aún van más allá en las prestaciones que ofrecen el PEBD y el PEAD. Es el caso del polietileno reticulado (PEX o XLPE), polietileno de media densidad (MDPE) y el polietileno de baja densidad lineal (LLDPE).
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