Gestionar con eficiencia los recursos hídricos se ha convertido en un objetivo de primer orden en las sociedades modernas. Encontrar una forma de canalizar el transporte de agua minimizando el impacto en el medioambiente ha favorecido la investigación, y los termoplásticos han aparecido como una forma de hacerlo por su eficiencia energética.
En concreto, las ventajas ecológicas del uso de PVC orientado (PVC-O) van más allá, porque generan una menor emisión de CO2 a la atmósfera a lo largo de todo su ciclo de vida en comparación con otros materiales. Eso origina una menor repercusión en el efecto invernadero y contribuye a disminuir el cambio climático del planeta.
¿Por qué el PVC-O supera a otros materiales en materia ecológica?
En primer lugar, porque su superficie interior, extremadamente lisa, asegura un consumo energético eficaz y una reducción, al mínimo, de las pérdidas de carga.
En segundo lugar, la mayor sección de paso hace que con los mismos costes energéticos, las tuberías de PVC-O sean capaces de transportar una mayor cantidad de agua. Se ha llegado a comprobar que, en algunas circunstancias concretas, la capacidad hidráulica de este tipo de conducciones es hasta un 40% mayor que en comparación con otros materiales.
A todas estas razones hay que sumar el hecho de que estas tuberías cuentan con excepcionales propiedades físico-mecánicas que garantizan una fuerte resistencia y una altísima vida útil.
Precisamente esta durabilidad es consecuencia de su estructura laminar, que supone una gran resistencia al impacto y a cargas externas, mejora la resistencia a la tracción y acaba con el riesgo de que se produzca una propagación de fisura rápida.
Otra gran ventaja del PVC-O es que es inalterable químicamente, cosa que no se podía decir de los materiales como el cobre o el acero galvanizado, empleado en tuberías antiguas.
Aunque el PVC es un material 100% reciclable y que se puede reutilizar tras un proceso de escaso coste, el PCV-O no permite la utilización de materiales reciclados para su fabricación.
Sin embargo, tras su ciclo de vida útil, estas tuberías pueden tener otras aplicaciones, como la producción de bajantes para evacuación o el recubrimiento de cables. Todo ello supone un menor consumo de materias primas vírgenes y un menor volumen de generación de residuos.
¿Qué ventajas concretas tiene el uso de este tipo de tuberías?
1 – Las fugas se evitan gracias a la completa estanqueidad que ofrecen para la conducción de agua. La junta elástica de alta calidad y un eficaz diseño de la copa evitan las fugas y ofrecen total fiabilidad de las uniones.
2 – El suelo en el que son enterradas no sufrirá daños ecológicos porque estas conducciones son inertes ante la corrosión electroquímica.
3 – Al tratarse de un material que no sufre corrosión, no se produce el fenómeno de la cesión de óxidos y metales al agua, algo que supondría un problema grave de salud pública en el caso de agua destinada al consumo humano.
4 – Ni productos desinfectantes, químicos, ni fitosanitarios, logran degradar el PVC-O, que tampoco se ve afectado en sus propiedades por la presencia de oxidantes comunes en aguas potables, así como de biocidas destinados a la eliminación de especies de fauna y flora.
5 – La composición laminar que se logra con el proceso de orientación molecular que tiene lugar en el proceso de su fabricación refuerza la resistencia que ya de por sí tiene el PVC al crecimiento de microorganismos. Esto hace que la tubería dure muchos más años y no sea necesario sustituirla, con el ahorro que ello implica.
