La industria que trabaja con líquidos inflamables, tóxicos y, en resumen, peligrosos durante su almacenaje y manipulación, emplea cubetos de contención secundaria de plástico como una solución eficiente. También en el caso de aguas oleosas, aceites lubricantes, disolventes y otros productos químicos con diverso rango de agresividad.
En primer lugar, hay que decir que entendemos por contención secundaria un sistema destinado a la retención –ya sea temporal o de emergencia– de un producto o sustancia que se encuentra almacenado en el interior de un sistema primario.
Con un sistema de contención secundaria se impide que si se da una emergencia, como por ejemplo un derrame, se genere una contaminación que puede ocasionar daños materiales y personales.
Se evita, también, que un líquido que tenga un grado de contaminación elevado alcance el nivel de agua subterránea y provoque daños en el medioambiente, o que una gran extensión de terreno se vea afectada por una escorrentía.
Aunque durante muchos años los cubetos de contención secundaria eran fabricados en acero galvanizado, hoy sabemos que los termoplásticos, en concreto el polietileno (PE) ofrece enormes ventajas para esta función.
¿Cuáles son las funciones de los cubetos?
- Almacenar las sustancias peligrosas ejerciendo de barrera protectora con el medio.
- Permitir el transporte de sustancias peligrosas.
- Proteger grandes superficies frente a los derrames.
Los cubetos de contención secundaria permiten almacenar, trasvasar y trasegar sustancias contaminantes cumpliendo la estricta normativa vigente sobre seguridad.
¿Por qué usar un plástico?
El PE es resistente a la corrosión, algo imprescindible para contener derrames de medios agresivos. También lo es el acero galvanizado, sin embargo, el coste de este termoplástico es sensiblemente inferior. Los detractores de su uso a favor del acero argumentan que la durabilidad del acero frente a una sustancia agresiva es siempre superior.
Aunque fuera el caso, que dependerá en cada caso del material del que se trate, hay que tener presente que un sistema de contención secundaria es siempre un sistema, por definición, de emergencia.
Si tiene que entrar en acción, lo razonable es que lo haga durante un periodo de tiempo muy corto, que puede ser de horas. Por ello no resulta tan imprescindible que el material tenga una durabilidad extrema ante el contacto.
Otra de las ventajas que ofrece el PE frente al acero galvanizado es su escaso peso, lo que ofrece muchas más facilidades para su movilidad, cambios de instalación, transporte, etc… Eso no sólo facilita el trabajo con los materiales que contiene, sino que abarata los costes de transporte y hace que puedan realizarse en menos tiempo.
¿Cuál es el tamaño idóneo para un cubeto?
De acuerdo con la normativa, los cubetos tienen que contar un volumen concreto máximo de retención. Cada uno de ellos tendrá que ser capaz de contener el volumen del recipiente más grande que esté situado encima de él, y como mínimo el 10% del total de recipientes.
Si se trata de un área que necesite de una protección especial, el volumen de retención exigible puede alcanzar el 100% de la cantidad total que está conservada.
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