El HDPE es el polímero sintético que más se utiliza en el mundo. Aunque estamos familiarizados con él, ya que está presente en objetos tan cotidianos como envases de alimentos o juguetes, no se conoce con tanta profundidad la amplísima gama de aplicaciones que tiene en otros ámbitos, como la agricultura o la minería. 

Tuberías de HDPE

Flexible, resistente y seguro, tampoco la industria ha dejado pasar de largo las ventajas que ofrece un material capaz de soportar los 100°C de temperatura y que es inmune al efecto de ácidos y agentes químicos. Estos son los principales ámbitos en los que se emplea:

Minería

En la industria minera es fundamental emplear un material que soporte altos rangos de presión y temperatura. Las tuberías de HDPE se usan, dentro de este ámbito, en conducciones de petróleos y gases, plantas de flotación, plantas de lixiviación y biolixiviación, plantas de extracción por solventes y de tratamientos de carbón, refinerías electrolíticas, plantas de obtención de yodo y cianuración y transporte hidráulico de relaves.

Agricultura

Históricamente, el campo es donde el uso ha sido más común, ya que permite un empleo más eficiente del agua. Aunque puede verse el caso de tuberías de mayor diámetro, el máximo suelen ser los 110 milímetros. Dentro de la agricultura, los usos más comunes incluyen el riego por aspersión, el riego por goteo, el transporte de agua para bebederos de animales y el riego menor en zonas de características áridas.

Área Sanitaria

Uno de los primeros usos que se dio a las tuberías de HDPE fue el transporte de agua potable. También se emplean para la conducción de emisarios submarinos, aguas enviadas al fondo del mar. Para realizar conducciones subacuáticas enterradas ante se empleaban elementos prefabricados de adaptación al fondo. Sin embargo, las conducciones de HDPE, que son flexibles, se adaptan al terreno que encuentran. Las conducciones subacuáticas enterradas se utilizan como tuberías de presión para agua potable, tuberías de nivel libre para aguas residuales y tuberías para la protección de cables, entre otros.

Industria General

Las tuberías de HDPE son idóneas para el transporte de gas, puesto que soportan el traslado de hidrocarburos y resisten el impacto en terrenos agresivos. Todo ello, añadido a su sencillo tendido y unión, los hace muy propicios para esta tarea. En ensayos de durabilidad se ha comprobado que las tuberías de polietileno de alta densidad supera el medio siglo de vida. Sus pérdidas por permeabilidad, debido al espesor, y por difusión, son mínimas, lo que las convierte en las más ecológicas y seguras. Otro de los usos de la industria para las tuberías de HDPE es la protección de cables eléctricos y telefónicos en conducciones subacuáticas enterradas, en las que se aprovecha la ventaja de que este material puede fabricarse en cualquier longitud.

Industria Química

El tratamiento de residuos es uno de los ámbitos para los que se reclama el empleo de HDPE con mayor asiduidad. Los complejos químicos de grandes dimensiones cuentan con plantas especiales de tratamientos de residuos y con enormes depósitos en los que acumularlos, todos ellos fabricados en polietileno de alta densidad. El material se emplea también para el transporte de líquidos corrosivos de un modo económico. El HDPE añade a sus virtudes la de la estanqueidad, algo clave para no contaminar las zonas por las que la atraviesan las conducciones.

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