Los errores en los sistemas de unión de las tuberías, como uniones no realizadas correctamente, así como la caída de piedras a la zanja o los arañazos profundos a causa de una manipulación deficiente, pueden originar fugas. Los sistemas de distribución están sometidos a escasos riesgos por sus condiciones de durabilidad, resistencia y por sus propiedades de anticorrosión, pero pueden sufrir factores ajenos, como la rotura ocasionada por una excavadora al intentar abrir una zanja, el picotazo de un compresor, la existencia de piedras que están en contacto con el tubo bajo tierra y otros.
Lo primero que hay que valorar en el caso de producirse una fisura o agujero en la tubería es si va a extenderse longitudinalmente a lo largo del tubo. Si no es el caso porque es una pequeña rotura, no es necesario el corte de la tubería y con abrazaderas de reparación, manguitos partidos o accesorios universales será suficiente para realizar una reparación efectiva, rápida y duradera. Cuando no se trata de grandes fisuras es posible subsanar el problema con una pieza de reparación mecánica. Siempre hay que efectuar la reparación asegurándonos de que la pieza sea la correcta para la dimensión de la avería y la presión nominal de la tubería instalada.
La norma general es reparar con tubería que sea del mismo material y calibre, aunque la operación se puede llevar también a cabo con un tubo de calibre distinto al existente siempre y cuando empleemos acoplamientos de gran tolerancia. En la reparación de tuberías de fibrocemento y fundición gris y su sustitución por tuberías plásticas es común el uso de estos accesorios universales.
– Tuberías, principales tipos de averías –
– Provocados por una instalación incorrecta.
En ocasiones no se tienen en cuenta los efectos de la contracción y la dilatación del polietileno (PE) y hay que recurrir a la instalación de carretes compensadores o instalar macizos en lugares como los codos. En otras, la soldadura a tope ha sido mal realizada, ya sea porque los materiales a soldar no se han raspado, porque no se han respetado los tiempos o porque había presencia de suciedad. También es relativamente común que un accesorio mecánico esté mal instalado o que se detecte demasiada desalineación.
– Por defectos de fabricación en el material.
Los accesorios manipulados pueden estar mal soldados o la unión haberse realizado con un bajo de espesor insuficiente, con ovalación excesiva u otros.
– Material elegido erróneamente.
En ocasiones, las condiciones del entorno no son las propicias para el tipo de conducción que se instala en un punto, o se emplea un accesorio mecánico que no es el adecuado para tuberías plásticas. En otras, la presión de servicio está demasiado cerca de la presión nominal y hay que redimensionar.
– Acometidas, principales tipos de averías –
– Fuga en el collarín de toma.
Éste ha sido elegido instalado modo erróneo o elegido de forma equivocada y hay que retirarlo, realizar nuevas pruebas y seguir las recomendaciones del fabricante.
– Fuga en fittings.
A veces la solución llega cuando se detecta que hay un apriete incorrecto, o sustituyendo los fittings por unos nuevos cuando comprobamos que los antiguos son de algún material de baja calidad.
– Fuga en la llave de registro o en la de paso.
Una mala conexión del tubo, o simplemente el envejecimiento del material, pueden causar un problema que se solventa realizando pruebas y sustituyéndolo por uno nuevo.
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