Monitorizar y medir el caudal de aguas residuales es una operación imprescindible en cualquier sistema de gestión de aguas. El líquido, que contiene suciedad, sólidos suspendidos y componentes que pueden resultar tóxicos, puede ser descargado en conductos o canales abiertos, a diferencia de otras aguas potables. La medición de la descarga que se realiza siempre se debe efectuar antes de que llegue a la fosa séptica.
Por aguas residuales se entiende a aquellas usadas en el ámbito industrial y minero, las que provienen del ámbito doméstico y urbano, y las naturales, como las procedentes de la lluvia y otras, que se mezclaron con ellas. Su canalización, tratamiento y desalojo correctos tienen una incidencia directa en el medioambiente.
A pesar de su importancia, en ocasiones se cometen errores durante su instalación, que originan problemas posteriores y hacen incurrir en gastos adicionales. A continuación distinguimos cinco fallos comunes y cómo evitarlos.
1- Ubicar el caudalímetro en una zona de espacio insuficiente o en la que hay altas temperaturas
El caudalímetro no solo debe contar con espacio suficiente a su alrededor para acceder a él sin dificultad, sino que a su alrededor deben poder realizarse funciones como el montaje del sensor, la instalación del cableado o el apretado de los pernos.
Si el caudalímetro es grande, en ocasiones es necesario usar un aparejo y, por lo tanto, hay que dejar espacio suficiente para poder ubicarlo. Por otra parte, y en función del modelo, algunos caudalímetros requieren que su instalación se efectúe en un tramo recto de una longitud mínima concreta para funcionar correctamente.
En cuanto a la temperatura, siempre hay que elegir un lugar para instalarlo en el que ésta no suba muchos grados y que esté libre de vibraciones indeseadas.
2- Utilizar piezas para las bridas incompatibles con las aguas residuales
La instalación del sensor requiere del uso de bridas, y éstas a su vez se utilizan con unas piezas especiales. Es clave asegurarnos de que estas piezas se han fabricado en un material que no se deteriore ni degrade al contacto con las agresivas aguas residuales. Otro aspecto a considerar es el sentido del caudal del fluido, que normalmente aparece reflejado en el propio sensor.
3- Acoplar demasiado rápido los extremos durante el montaje
La sujeción de los pernos de la brida debe hacerse con sumo cuidado. Ambos extremos se deben acoplar despacio, para que ninguno de los dos sufra una tensión excesiva. Además, no debe apretarse uno mucho más que el otro en ningún momento para que no se originen deformaciones. Tener en cuenta estos puntos evita averías, fugas y un mal funcionamiento.
4- No utilizar cables impermeabilizados
El cableado entre el sensor, el transmisor y la alimentación del transmisor, debe estar siempre impermeabilizado. Su instalación se realizará siempre de acuerdo con las indicaciones del manual de instrucciones. Además, toda la instalación eléctrica tiene que contar con protección contra sobrecargas de voltaje.
5- Olvidar alguno de los datos que hay introducir en el dispositivo
El paso posterior a la instalación de los medidores de caudal es la configuración del dispositivo, que cuenta en el transmisor con una útil interfaz. Es imprescindible introducir el dato del diámetro de la conducción, el nombre del transmisor, el sistema de unidades y la calibración del sensor.
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