Juguetes, contenedores domésticos y otras piezas plásticas de uso común en casa pueden sufrir pequeños desperfectos, incluidas roturas, que se pueden subsanar con una correcta soldadura. Esto garantiza una mejor unión que la que puede ofrecernos el pegamento u otras soluciones, ya que la pieza reparada queda como antes de la rotura.

La soldadura por extrusión o con aportación de varilla es el tipo más común de unión que podemos realizar en casa.

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Si necesitáramos reparar una lona recurriríamos a la soldadura por aire caliente. En todo caso, no necesitaremos ni grandes conocimientos, ni un equipo de soldadura muy costoso, ni tampoco gran experiencia para llevar el proceso a cabo. Sin embargo, sí conviene recordar algunas advertencias fundamentales para que la reparación sea duradera y satisfactoria.

Puntos a Tener en Cuenta

Elegir el soldador adecuado. El mercado nos ofrece una enorme variedad de máquinas. Si queremos reparar una rotura de pequeño tamaño, será suficiente con un soldador manual que podamos manejar con una sola mano.

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Nunca debemos olvidar que la soldadura de termoplásticos solo puede realizarse entre piezas del mismo material. Por normativa, cada material aparece denominado con unas siglas, visibles, que lo identifican. Los tipos más comunes que nos vamos a encontrar son el ABS, el policloruro de vinilo (PVC), el polietileno (PE), el polipropileno (PP), el poliuretano (PUR), el policarbonato (PC) y la poliamida (PA).

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La fase de rascado es tan importante como las demás. El rascado sirve para desechar la placa externa de oxidación y el característico brillo, pero además permite afianzar la soldadura. .

La velocidad y la presión son claves. A la hora de extruir el termoplástico de la varilla, hay que recordar que la velocidad debe ser la misma en todo momento.

Indicaciones de Seguridad

Un soldador manual puede alcanzar, en muy poco tiempo, temperaturas muy altas, de hasta 650 °C. Aunque se trata de maquinaria concebida para la seguridad del usuario, esto obliga a extremar la precaución durante su manejo. Leer las instrucciones de cada aparato con detenimiento puede ahorrar un percance. .

Siempre hay que evitar que el soldador permanezca cerca de cualquier otro objeto, en especial si es inflamable, y hay que cerciorarse de que está apagado del todo cuando no se usa y cuando se ha terminado de soldar y se procede a guardarlo. .

Bajo ningún concepto hay que tocar la punta del soldador cuando éste se está precalentando, ni durante su uso o su fase de enfriamiento. Tampoco la varilla o la tobera, que alcanzan, igualmente, altas temperaturas en poco tiempo. .

Aunque la soldadura por extrusión en casa no entraña un alto nivel de peligrosidad, siempre es aconsejable trabajar con gafas de protección y guantes especiales para soldaduras. .

Es recomendable trabajar en un lugar de la casa que esté bien ventilado, para que el aire de la habitación no reciba demasiados gases procedentes de la soldadura de los termoplásticos.