La soldadura por aire caliente es una solución muy efectiva para unir termoplásticos, en especial cuando necesitamos unir dos piezas para recomponer una pieza que se ha roto. El pegamento convencional, que es el que solemos tener en casa, suele ser poco útil para soldar dos piezas de plástico rotas, algo que sí lograremos empleando esta técnica.

Aunque se trata de un proceso que puede ser lento y que depende de nuestra habilidad durante el proceso, si tenemos el material necesario y unos mínimos conocimientos de la técnica, aporta soluciones muy interesantes. Su funcionamiento es mediante el empleo de una corriente de aire caliente y una varilla de plástico. También necesitaremos una tobera apropiada, que puede tener forma redonda o triangular. Con el calor, el plástico se derrite y nos permite la unión. 

Silla de plástico rotas | iStock

PROCESO

El proceso de soldado se compone de los siguientes seis puntos:

1. Precalentamos el soldador. El fabricante nos indicará en las instrucciones el tiempo necesario para ello.

2. Eliminamos la primera capa de plástico rascando con una cuchilla las piezas a unir. De esta manera abriremos los poros del plástico y mejoraremos el agarre. Es la forma de retirar el típico brillo que produce la oxidación del plástico cuando se fabrica.

3. Con cuidado, fijamos las dos partes que queremos soldar y puntearlas.

4. Metemos la varilla de soldadura en la tobera.

5. Deslizamos, de manera constante, la punta de la pistola a lo largo de las uniones que queremos fusionar. Si no lo hacemos ni demasiado rápido ni demasiado despacio, las dos piezas se unirán perfectamente.

6. Aguardamos hasta que el componente se enfríe y lijamos la superficie otra vez. Podemos dar por terminado el proceso cuando quede suave al tacto.

Es importante recordar que solo podremos soldar plásticos que sean del mismo tipo, por lo que debemos estar seguros de que son iguales o, si no, aprender a diferenciarlos. Existen 11 tipos diferentes de termoplásticos: ABS, ABS-PC, Poliamida (PA), Policarbonato (PC), PC-PBT, Polietileno (PE), Polipropileno (PP), PP-EPDM, PPO, Poliuretano (PUR) y PVC.

 

PUNTOS DE INTERÉS

A pesar de que se trata de un procedimiento relativamente sencillo, hay varios errores que debemos evitar para asegurarnos el éxito cuando usamos un soldador de aire caliente:

  • Es imprescindible usar tanto gafas de protección como guantes debido al exceso de calor, que puede llegar a los 650 grados centígrados.
  • El ángulo adecuado de trabajo para el soldador son los 45 grados.
  • Siempre tenemos que estar seguros de que están bien rascadas tanto la plancha como la varilla.
  • Si tenemos poca práctica o habilidad en este proceso, y por ello vamos a ir más despacio, es bueno bajar un poco la temperatura, para que el plástico no se funda mucho. Si tenemos más destreza podremos ir más rápido.
  • La presión debe realizarse en todo momento con la varilla, no con el soldador, pues doblaríamos las puntas y no conseguiríamos nuestro objetivo.

 

USOS ALTERNATIVOS

Entre los usos alternativos que podemos darle a la soldadura por aire caliente está el de curvar tubería de material PVC convencional. Esto puede ser útil en el caso de que no contemos con la pieza o el codo para realizar el trabajo que estemos llevando a cabo. Es importante rellenarla antes con arena, para evitar que pierda tanto la forma como el diámetro en el área de modelado.

También podemos realizar pequeños cambios en láminas termoplásticas. Para ello es imprescindible emplear boquillas y toberas de punta ancha, pues con ello calentaríamos toda la superficie termoplástica que necesitáramos modificar y evitaríamos posibles roturas.

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