La electrofusión es una tipo de soldadura de termoplásticos entre tuberías, o entre tuberías y accesorios, que ofrece enormes garantías. La durabilidad de una tubería plástica está estimada en aproximadamente 50 años y la soldadura por electrofusión se trata de un sistema de unión eficiente, seguro y bastante económico para este tipo de tuberías, sobre todo en comparación con otros métodos de soldadura.

También es idóneo  para efectuar soldaduras en condiciones de acceso difícil. A pesar de todas estas ventajas, debemos estar preparados para afrontar cualquier posible incidencia que pueda surgir durante el proceso y tener capacidad de respuesta para afrontar los defectos comunes en la soldadura por electrofusión.

Electrofusion-Aristegui-Soldadura

Antes de nada, debemos asumir varias precauciones de suma importancia. Las zonas a soldar deben estar siempre secas. Tanto si llueve como si el tubo en cuestión ha permanecido en la zanja por la noche y está húmedo, es imprescindible limpiarlo y secarlo. Es clave, también, limpiar a conciencia los lados del tubo por la zona que vamos a soldar. El raspado de los bordes en los que vamos a colocar las herramientas de electrofusión nos permite eliminar la película de óxido que lo cubre. Hay que estar, además, pendiente de la temperatura, ya que en el caso de un frío intenso el tubo podría no alcanzar la temperatura idónea para el soldado.

A pesar de que hemos tenido todas estas precauciones pueden generarse defectos como holguras, desalineamientos o la llamada ‘baba exterior’. Las causas pueden estar entre las siguientes:

  • Raspar el tubo o rasparlo demasiado.
  • Aplicar una tensión incorrecta en el grupo electrógeno.
  • Espacio excesivo entre el tubo y el accesorio.
  • Corte inadecuado de la tubería.
  • No usar alineadores.
  • Movimiento durante la soldadura.
  • No haber usado el redondeador ante un tubo demasiado ovalado.
  • Introducir de forma errónea el voltaje del accesorio en la máquina.
  • Introducción errónea del tiempo en la máquina de soldadura.
  • Suciedad en tubos o accesorios.
  • No respetar el tiempo de enfriamiento necesario.

¿Y si es un fallo eléctrico?

En el caso de una interrupción del proceso por culpa de un fallo eléctrico, como por ejemplo por el fallo de un generador, podremos retomar la actividad considerando que antes habrá que comprobar cuáles han sido las causa, o causas, de la incidencia. Una vez corregidas éstas, sin soltar los alineadores, deberemos enfriar el accesorio por completo, hasta que llegue a la temperatura ambiente. Para ello bastará con dejarlo al aire, sin recurrir a aire o agua fría.

Durante este tiempo es conveniente proteger la unión de la humedad y de algún eventual ensuciamiento.  Tras ello, deberemos realizar de nuevo la soldadura teniendo en cuenta las instrucciones de montaje y todas las especificaciones oportunas que ofrece el fabricante. No es aconsejable volver a resoldar la toma en carga, y como es lógico, si la soldadura falla en la prueba de presión, la resoldadura no se debe efectuar el mismo lugar.

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