Los depósitos plásticos han demostrado sus cualidades para proteger y transportar todo tipo de sustancias, especialmente líquidos, manteniendo sus propiedades y garantizando unas condiciones de calidad y durabilidad excelentes. Para determinar su idoneidad, se tienen en cuenta criterios como la seguridad, sus costes de fabricación, y sus características de peso y diseño. En muchos usos, los plásticos han sustituido al acero y otros metales, debido precisamente a que cubre las mismas necesidades con unos costes mucho menores.

Deposito polietileno doble capa

 Los plásticos tienen múltiples aplicaciones. De las más conocidas, su utilización para el depósito y transporte de diferentes sustancias –agua, alimentos en estado líquido o sólido, combustibles, etc.- Los depósitos de poliéster y los depósitos de polietileno son los más utilizados en el mercado para el almacenamiento de sustancias. ¿Cuál es mejor? En este artículo vamos a realizar una breve comparativa de ambos materiales plásticos para ver cuales tienen mejores características desde diferentes perspectivas: fabricación y características físico-químicos.

Los depósitos de polietileno tienen una serie de ventajas sobre los depósitos de poliéster. Vamos a citarlas:

En lo que se refiere al proceso de fabricación, el polietileno es un material ecológicamente limpio, ya que no emite descargas tóxicas a la atmósfera durante el proceso de conformación. No es así en el caso del poliéster, más contaminante durante su fabricación. También lo es si por ejemplo arde. Un depósito de poliéster emite humo con sustancias tóxicas cuando arde. En polietileno tiene mejor comportamiento en ese sentido, ya que no produce ninguna clase de humo tóxico. Además, el polietileno es reciclable al final de su vida útil.

Durante el proceso de coloración del plástico, el polietileno es capaz de integrar totalmente la pintura. Si se raya, mantiene el mismo color. En el caso del poliéster, el color solo se integra en la capa más superficial, por lo que si se raya, la capa interna aparecerá de otro color.

Por otra parte, el polietileno presenta mayor resistencia antes los impactos y más fortaleza ante posibles rajaduras. En caso de impacto por accidente durante el transporte, por ejemplo, es más difícil que un depósito de polietileno resulte dañado, lo que es una garantía para mantener intacto el contenido.

Ante la acción de los rayos ultravioleta de la luz solar, el polietileno mantiene la máxima durabilidad de color, que se corresponde con un 8 en la escala lana blu. Esto se debe a que está mejor estabilizado frente a la acción de dichos rayos. En general, el polietileno se comporta mejor ante la acción de los agentes meteorológicos que el poliéster. Un depósito de poliéster a bajas temperaturas es más propenso a resquebrajarse que uno de polietileno, el cual se adapta mejor a cualquier tipo de condición meteorológica.

Por último, vamos a realizar un breve repaso de las características del polietileno:

  • Resistente a la corrosión, desgarro, humedad, frío, ácidos, etc
  • Responde a las exigencia que fijan las autoridades sanitarias para el transporte de sustancias.
  • Es fácil de limpiar
  • Su proceso de fabricación es rápido y económico
  • Buen comportamiento ante descarga eléctrica
  • Superficie no porosa

En resumen, aunque ambos materiales muestran buenas características para las funciones de depósito, en líneas generales, el polietileno responde mejor a las exigencias de calidad que un depósito de poliéster. Si quieres saber más sobre las características del polietileno, sigue nuestro blog. 

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