Las aguas residuales pueden ser de origen urbano, doméstico o industrial, siendo numerosos los productos o agentes que pueden ser transportados con las mismas, tales como: ácidos, aceites vegetales, sales minerales, sulfuros, bases, etc. y que con independencia del ataque directo de estos elementos debe tenerse en cuenta el proceso de reoxidación del sulfhídrico por vía bacteriana según se indica a continuación.
El proceso consta de dos fases. En la primera, los lodos sedimentados por la acción de los organismos anaerobios, producen sulfuro de hidrógeno (SH2). En la segunda fase, estos gases de SH2 son fijados en la superficie interior del conducto, húmedo por condensación. En esta segunda fase y en estas superficies no inundadas, las bacterias aerobias Thiobacillus dan origen a la producción de ácido sulfúrico (H2SO4), según la reacción:
El sulfuro de hidrógeno también es el gas que desprenden los volcanes, es amarillento y con un fuerte olor a huevos podridos, este gas es tóxico para los seres humanos y ha causado la muerte de muchos operarios de los equipos de mantenimientos de redes de Saneamiento. Por eso hay que evitar bajar a los colectores, lo cual se puede conseguir con los modernos sistemas de inspección por video cámara de TV robotizada y de limpieza de los colectores a nivel de pavimento. Por su parte, el ácido sulfúrico es un compuesto químico extremadamente corrosivo.
Los tubos más afectados por la corrosión debida a los sulfuros, son los que contienen cemento en su composición, como son los de hormigón, fibrocemento y fundición, cuya protección interior la proporciona una delgada capa de mortero de cemento.
También son afectados por el sulfhídrico y sulfúrico los conductos y las estructuras metálicas. El sulfhídrico reacciona directamente con muchos metales como el hierro y el cobre. Son inertes frente al sulfhídrico el gres y los materiales plásticos, PE, PP, PVC y PRFV.
Según el MANUAL DE SANEAMIENTO URALITA, para evitar los problemas debidos a los sulfuros de hidrógeno en las alcantarillas pueden adoptarse alguna de estas soluciones:
– Aireación
– Inyección de oxígeno puro
– Adicción de productos químicos, cloro, peróxido de hidrógeno, etc.
– Ventilación
– Limpieza periódica
– Diseño adecuado
– Control en origen de las aportaciones de materia orgánica y azufre
– Utilización de sulfato ferroso
Finalmente, considero que puede ser de utilidad a quien esté inmerso en “La mayor necesidad: Un paseo por las cloacas del mundo” (de Rose George), estos 2 documentos:
– Manual of sewer condition classification. Second Edition. Water Research Centre 1988.
– Sewerage systems outside buildings. NEN 3399. 1st edition, September 1994.
Tanto el primer documento inglés como el segundo que es holandés deben estar hoy día más actualizados. Lo importante es saber que existen especificaciones para evaluar, clasificar y tipificar los problemas que nos encontramos en las redes de Saneamiento.
>>> En los tubos y elementos que intervienen en una red de Saneamiento no solamente hay que tener en cuenta su resistencia mecánica frente a las cargas de tráfico y material de relleno. También hay que tener en cuenta su comportamiento frente a efectos tales como la corrosión, la estanquidad a corto y largo plazo y la vida útil. Yo siempre digo que los tubos de saneamiento son los hermanos pobres de las tuberías, ya que no se ven, no hacen ruido (cuando un tubo de presión se rompe se entera todo el mundo) y si van contaminando los acuíferos y el subsuelo no lo notamos, al menos a corto plazo. Un político prefiere inaugurar las farolas de un polígono, que se ven, que una buena red de saneamiento, que no se ve. Deja un comentario sobre este asunto.