El mundo de la agricultura está siempre pendiente de las innovaciones relacionadas con el mundo de los plásticos, muchas de las cuáles le han servido para incrementar su producción y mejorar su rendimiento. Los invernaderos, que poco a poco han visto cómo se sustituía el vidrio por polietileno (PE), policarbonato (PC) o policloruro de vinilo (PVC), son un buen ejemplo de ello. También las conducciones de agua, que permiten abastecer grandes superficies incrementando notablemente la eficiencia y el uso de los recursos. Uno de los últimos avances, que se suma a los descritos, el de las mantas térmicas de polipropileno (PP).

Las mantas térmicas están formadas por una red de fibras continuas de polipropileno que se han unido unas con otras mediante un proceso de agujeteado en caliente. Además de en la agricultura, su uso es también extensible a la ganadería, puesto que su principal función es proteger del frío y de las circunstancias meteorológicas adversas, ya se trate de heladas, nieve, granizo u otros.

En naves ganaderas pueden emplearse mantas térmicas para divisoras verticales, o entre el  techo y los animales, de tal modo que el espacio a calentar se reduce y, con ello, se da un considerable ahorro en calefacción. Allá donde sea necesaria una protección ambiental para los cultivos o las plantas, o se necesite aumentar la productividad, se podrá emplear una manta térmica de estas características.

Consejos de instalación

La manta térmica puede instalarse en casi cualquier circunstancia, y para hacerlo no se requiere formación o conocimientos especiales. Antes de proceder a la instalación es importante tener en cuenta que el terreno sobre el que se va a desplegar debe ser liso y fino, sin desniveles ni gravilla, puntas u otros elementos que puedan rallarlo, romperlo o deteriorarlo de cualquier forma posible. Lo ideal es, también, que se den condiciones climáticas favorables, en especial que no haya viento. Se aconseja evitar las horas de más calor del día, que coincidirán con la incidencia directa de los rayos de luz.

Para mejorar las propiedades de la manta térmica de PP es recomendable aplicar un tratamiento herbicida. La forma de colocar la manta puede ser manual o mecánica. Para instalarla siempre debe realizarse en la dirección del viento. Para que las plantas puedan crecer y no se convierta en un obstáculo, no hay que dejarla ni muy tensa ni demasiado floja. En especial si la instalación se da en una zona en la que suele haber viento, es más que aconsejable cubrir el perímetro con tierra.

Mantenimiento

En función del tipo de cultivo, que tendrá sus propios ciclos de crecimiento, y de la estación del año, la manta se podrá retirar. Siempre que se retire, se hará cuando no haya condiciones climatológicas adversas, como excesivo viento o heladas, o demasiado calor. Regar el cultivo después de dejarlo a la intemperie es una buena medida. La manta térmica de PP se puede almacenar y resguardar en un lugar protegido, pero siempre hay que asegurarse antes de ello de que está seca y de que no se guarda junto a tierra, gravilla o restos de plantas.

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