Encontrar el punto exacto en el que se ha producido una avería en una conducción subterránea, repararla y conocer las causas que la han provocado, para evitarlas en la medida de lo posible. Son los tres puntos clave cuando hablamos del mantenimiento de tuberías.
La mayoría de ellas se encuentran bajo tierra, por lo que la labor no es tan sencilla como pudiera parecer. Para protegerlas de cargas elevadas algunas se protegen con hormigón, y muchas discurren bajo adoquines, calzadas o tierras de relleno, entre otros. Todo ello dificulta su reparación. Por suerte, hoy sabemos distinguir entre varios tipos de averías y contamos con las herramientas y el conocimiento para solucionarlas, ya sea con corte de la tubería o sin él.
Los principales tipos de rotura y su correspondiente modo de reparación son:
– Picadura
En algunas ocasiones el uso de maquinaria de obras en el exterior, o la misma corrosión, generan pequeños agujeros. En otras, la eliminación de las antiguas abrazaderas de toma de ramales dejan al descubierto el agujero efectuado sobre la tubería, lo que genera fugas. A efectos prácticos, para su reparación, este tipo de agujeros son equivalentes a las picaduras. Para reparar este tipo de avería utilizaremos una abrazadera de reparación con una anchura que cubra, de sobra, toda la zona dañada y al menos 5 centímetros a cada lado.
– Fisura o Raja
La acción exterior de la maquinaria o una sobrepresión pueden provocar que la tubería se fisure y que se genere una pequeña abertura longitudinal en la superficie. Para reparar esta avería debemos asegurarnos de que la fisura no continúe, por lo que lo más indicado es cortar una longitud mayor a la del trozo que se observa dañado y colocar un carrete. O sustituir el tubo entero. Cuando la longitud de la fisura sea igual o inferior a un tercio del diámetro exterior de la tubería, y veamos que no es posible que se haga mayor, usaremos una abrazadera de reparación con una anchura que cubra toda la fisura y al menos 5 centímetros a cada lado de ella.
– Reventón
Una sobrepresión o la acción exterior de la maquinaria puede provocar el estallido de la tubería. En este caso, la solución pasa por cortar todo el tramo de la tubería que ha resultado dañado. Lo más indicado es sustituir el tubo por uno nuevo.
– Rotura Neta
También llamada rotura ‘en redondo’ o ‘tronchado’. Se trata del seccionamiento de la tubería realizado por el plano más o menos perpendicular a ésta. Una buena solución consiste en, en primer lugar, eliminar la parte dañada cortando a cada lado cerca de un metro de tubería, para después colocar un carrete con manguitos EF o bridas en el caso de tuberías de polietileno (PE) y manguitos pasantes en el caso de tuberías de policloruro de vinilo (PVC). También podemos emplear un acoplamiento flexible o una abrazadera de reparación. Éstas tienen que tener una anchura tal que cubra ampliamente la zona dañada y al menos 5 centímetros a cada lado.
En el caso de que realicemos una reparación de una avería por el sistema de carrete, el primer paso será siempre eliminar la parte dañada. El material será, a partir de este punto, el que nos indicará qué tenemos que realizar:
- En el caso de tuberías de PE: Podemos utilizar manguitos de plástico o de latón, manguitos electrosoldables (recomendables para diámetros mayores de 63 milímetros) o bridas. La reparación con manguitos electrosoldables obliga a que no circule agua por el interior de las tuberías. Las abrazaderas electrosoldables y las tomas en carga son también una solución muy eficiente.
- En el caso de tuberías de PVC y PVC-U: Podemos utilizar manguitos de doble copa o bridas.
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