Realizar reparaciones cotidianas en objetos de plástico de uso común, como un cubo de basura, un juguete o un tobogán de plástico, es una labor sencilla si contamos con una pistola extrusora. A diferencia de las uniones con masillas o pegamentos, una soldadura de este tipo nos garantiza la durabilidad y su resistencia a nuevos impactos y daños.

La pistola extrusora es una herramienta ligera, que se puede manejar con una sola mano, por lo que nos deja la otra libre. Se trata, además de un proceso relativamente sencillo, rápido, que se puede llevar a cabo en casa porque no exige grandes espacios ni medidas de seguridad extraordinarias, y que no conlleva un desembolso económico importante. Si no se cuenta con una pistola extrusora de las muchas que hay en el mercado, es aconsejable adquirirla junto a un pack en el que se incluyan los accesorios que podamos necesitar.

contenedor de plástico

Los pasos para realizar la reparación son los siguientes:

1. Si se trata de un cubo de basura o un objeto que sirva para contener agua u otros líquidos, es imprescindible vaciarlo, para poder trabajar con comodidad.

2. Procedemos a limpiar la zona que queremos soldar. Pondremos especial atención en el caso de que haya restos de alimentos, grasa, líquidos o suciedad en general. De ello depende que la soldadura que hagamos sea efectiva. Es recomendable limpiar un poco más allá de la propia zona en la que se localiza la grieta.

3. Con un taladro (no hace falta que sea grande) efectuaremos un agujero en cada uno de los extremos de la fisura. Si la rotura no es de grandes dimensiones será suficiente con un tamaño de broca pequeño, aunque es clave ser preciso. Con esta operación impediremos que la fisura se agrande mientras realizamos la soldadura.

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4. Prepararemos la pistola de extrusión de acuerdo con las indicaciones del fabricante. Una vez alcanzada la temperatura correspondiente al tipo de plástico con el que estamos trabajando, procederemos a precalentar la zona de  la fisura y un poco de sus alrededores.

5. Con una mano, colocamos la varilla al mismo tiempo que aplicamos calor con la pistola de extrusión con la otra mano (esto suele pasar con los modelos de soldadores sencillos). Los modelos de extrusoras Munsch, tienen una alimentación automática de varilla, solo tienes que introducirla en la máquina y apretar el gatillo para poder soldar.

7. Con el material ya frío (tendremos que esperar poco tiempo), procederemos a cortar el sobrante de la varilla fundida o simplemente raspar hasta dejarlo uniforme. Para cortar el sobrante se puede utilizar un cúter… y para raspar un rascador.

8. Comprobamos que la soldadura está bien efectuada y es resistente a movimientos e impactos, y podemos dar por terminada la reparación.

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