Instalaciones mineras, plantas de biomasa, depósitos de agua caliente… todos tienen en común el uso de un material que ha mejorado sensiblemente el rendimiento de innumerables instalaciones vinculadas a la industria de los plásticos.
Hablamos del polietileno resistente a altas temperaturas (PE-HTR), una evolución del polietileno (PE) que ha nacido fruto de la creciente inversión del sector de los polímeros en investigación y desarrollo (I+D).
La alta resistencia a las altas temperaturas de agua lo convierte en el PE de mayor crecimiento y difusión de los últimos años.
La que comenzó siendo una ventaja que, en principio, se pensó que podría tener una fuerte implantación en la calefacción de suelos de viviendas y para el transporte de agua a éstas, ha multiplicado sus aplicaciones en diferentes ámbitos y se ha expandido a otros usos, como las geomembranas impermeabilizantes.
¿Qué lo hace diferente?
Los estabilizadores de alta calidad son los responsables de que las prestaciones del PE-HTR sean tan elevadas. Su estructura molecular se ha transformado para que sea capaz de soportar la presencia y el tránsito de agua a temperaturas mucho más elevadas que el PE.
Supera en esta faceta a sus ‘hermanos’, el PE de alta densidad (PEAD o PEHD, en inglés) y el Polietileno de peso molecular ultra-alto (UHMWPE en inglés), además de al PE de baja densidad (PEBD o LLDPE, en inglés) y al PE de baja densidad lineal (PEBDL).
¿Dónde se puede encontrar?
Las viviendas utilizan tuberías de PE-HTR en sus sistemas de calefacción. También cualquier tipo de depósito o tanque destinado al almacenamiento y la conservación de agua caliente puede beneficiarse de las ventajas que ofrece este material.
Es habitual en la industria del gas y en la industria petrolífera, aunque también puede detectarse su presencia en factorías en las que se empleen aguas industriales y de las llamadas ‘de proceso’. Esto incluye motores, cambiadores de calor, aguas para refrigerar y aguas para la disolución de productos químicos.
Otro sector que se beneficia de las ventajas de estos plásticos es el de las plantas de energía, ya sean de biomasa, solar o geotérmica.
Los vertederos son otro foco de empleo del PE-HTR, ya que se usa también como impermeabilizante y en geomembranas. Tanto los vertederos de masas residuales como los destinados a lixiviación y el drenaje los emplean. También las instalaciones mineras hacen uso de sus ventajas competitivas.
¿Cuáles son sus ventajas?
Larga vida útil a pesar de su uso constante con temperaturas muy altas, que pueden alcanzar, sin dificultad, los 100 °C.
Soporta cambios bruscos de temperatura. En casos extremos, el PE-HTR puede saltar de transportar agua a algunos grados bajo cero a hacerlo a más de 80 °C sin que ello afecte a la conducción en ningún aspecto.
También es útil para temperaturas bajas. Este plástico puede almacenar agua hasta, según las estimaciones, los -40 °C. Es muy práctico para refrigerar mezclas de anticongelante, como el glicol, con el agua, algo común en los sistemas de refrigeración industrial, enfriadores, pistas de hielo portátiles, etc.
Las reparaciones y soldaduras se realizan con las mismas técnicas que se usan para soldar el PE. No requiere, por lo tanto, de procedimientos o herramientas novedosos o que supongan un mayor coste.
Comparte las conocidas características del PE; ligereza, alta resistencia al impacto, flexibilidad y resistencia tanto a la corrosión como a los agentes químicos.