Uno de los materiales que inequívocamente usaremos en todos los procesos de soldadura que llevemos a cabo son los termoplásticos (PVC, PE, etc.,), por lo que estaremos habituados a su uso y manejo. Pero, ¿realmente conocemos todos los riesgos que puede entrañar este material al ser manipulado? ¿Sabemos distinguir un termoplástico de otro para saber qué precauciones específicas tomar?
En esta primera parte os dejamos con una pequeña guía para conocer los termoplásticos que os ayudará a saber qué precauciones debéis tomar para operar con ellos. ¡La información es poder! : )
Los plásticos podemos clasificarlos en tres grupos: termoestables, elastómeros y termoplásticos. Estos últimos, que son los que usaremos para los procesos de soldadura, están compuestos por polímeros que se ablandan cuando se exponen al calor y que una vez se enfrían recuperan su condición original. En este grupo conocido como termoplásticos encontramos infinidad de materiales, pero los más habituales son:
Poliestireno
En su forma rígida puede usarse para fabricar pequeños objetos para el hogar o juguetes y en su forma espumada funciona como aislante o protección (el conocido corcho blanco).
Polivinilo (PVC)
Muestra una gran resistencia a los agentes atmosféricos, por lo que es el más utilizado para fabricar tuberías de todo tipo.
Nailon
Es un material muy duro y resistente y está presente en multitud de formatos: hilo de pescar, piezas de máquinas como levas o engranajes (debido a que ofrece mucha resistencia al desgaste), etc. Lo encontramos también en la fabricación de toldos o lonas.
Polipropileno
Es el termoplástico que presenta más resistencia al impacto, y puede soportar temperaturas de hasta 100º.
Polietileno
Los clasificamos en dos tipos dependiendo la densidad que presenten. Los de alta densidad son duros y pueden soportar temperaturas de hasta 100ºC. El de baja densidad es más blando y flexible, pero sólo admite temperaturas de hasta 70ºC. Los polietilenos presentan una alta resistencia al ataque de los ácidos por lo que podemos encontrarlos en depósitos, tuberías o envases que deban transportar este tipo de sustancias.
Una vez ya hemos desgranado esta clasificación generalizada de los termoplásticos, es imprescindible que os aseguréis bien de qué tipo de material estáis manipulando antes de poneros a trabajar. La opción más recomendable es preguntar a un experto o con la persona que distribuya el material, pero existen otros métodos que son sencillos y que os darán una idea de qué material estáis usando si os encontráis con dudas.
La primera opción es buscar el símbolo como éste en la pieza:
El número indica el tipo de plástico con el que una pieza ha sido fabricada y se suele usar para términos de reciclaje plástico.
PET o PETE | Polietileno tereftalato |
HDPE | Polietileno de alta densidad |
V / PVC | Vinílicos o Cloruro de Polivinilo |
LDPE | Polietileno de baja densidad |
PP | Polipropileno |
PS | Poliestireno |
Otros | materiales difíciles de reciclar, como los DVDs o los plásticos a prueba de balas |
Otra opción a la que podemos acudir es realizar algunos de los test de soldadura que hemos publicado en este blog por aquí y por aquí. Sin embargo nunca está de más contar con la opinión y el asesoramiento de un experto, servicio que ofrece Arístegui Maquinaria a sus clientes y que puedes consultar aquí. ¿Conoces otras maneras para identificar el tipo de termoplástico con el que estamos operando? Compártelo con nosotros. Síguenos en Twitter y mándanos tus sugerencias.
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