Ahora que ya sabemos con qué material termoplástico estamos trabajando es cuando podemos identificar qué tipo de precauciones específicas debemos tomar, atendiendo a los diferentes riesgos que presenta cada uno de ellos. Por lo general los termoplásticos no deberían presentarnos grandes problemas relacionados con la toxicidad si se siguen las indicaciones de seguridad establecidas por el fabricante y se utilizan equipos de seguridad (gafas, mascarillas, filtros, etc) cuando trabajemos.
a) Cloruro de polivinilo
Presenta una gran estabilidad química, y generalmente no debería dar problemas si no se utilizan aditivos. Si trabajamos a temperaturas superiores a 170ºC podría darse la degradación del material y la emisión de ácidos clorhídrico y carbónico, y monóxido de carbono. A partir de 300ºC puede desprender benceno.
b) Polietileno
Es un polímero muy estable y no presenta grandes riesgos en su manipulación. Sin embargo a temperaturas superiores a los 200ºC el polietileno se empieza a despoliemizar y a más de 350ºC pueden aparecer concentraciones apreciables de gases (como el butileno)
Hay que tener cuidado con los disolventes con los que podemos trabajar (que suelen ser hidrocarburos bencénicos) sobre todo si lo hacemos a más de 60ºC.
c) Polipropileno
Los riesgos son bajos, considerando que la degradación de este material comienza por encima de los 300ºC (y se suele trabajar a temperaturas muchos menores). Al alcanzarse esta temperatura se pueden desprender hidrocarburos alifáticos.
d) Policarbonatos
Como el polipropileno, los policarbonatos encuentran su temperatura de degradación por encima de los 300ºC. Dentro de estos materiales hay que tener un especial cuidado con el cloruro de metileno, por ser un potente narcótico, y estar reconocido como sustancia potencialmente cancerígena.
Además de estas consideraciones, también debemos tener en cuenta que hay precauciones que debemos aplicar ya a nivel personal, ya que pueden darse casos de alergia a algún material termoplástico u otra sustancia que emitan estos. En ese caso deben tomarse precauciones extra (siempre consultando con un especialista médico) o en casos excepcionales, abandonar totalmente la manipulación de dicho material. Otra precaución que debemos tener en cuenta es que algunos termoplásticos no son compatibles entre sí (principalmente por diferencias físicas como la resistencia, la dureza, o la flexibilidad, aunque otras veces también por el propio color de los materiales), por lo que podríamos encontrarnos con problemas a la hora de generar una unión sólida entre ellos. Estos posts son orientativos y os recordamos que nunca está de más contar con la opinión y el asesoramiento de un experto, servicio que ofrece Arístegui Maquinaria a sus clientes y que puedes consultar aquí. ¿Conoces otras maneras para identificar el tipo de termoplástico con el que estamos operando? Compártelo con nosotros. Síguenos en Twitter y mándanos tus sugerencias.
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