El golpe de ariete es uno de los fenómenos físicos sobre los que más se habla en el mundo de las conducciones. Sin embargo, no siempre se tiene claro de qué se trata o se desconocen datos fundamentales de en qué consiste y, sobre todo, cómo evitarlo.
¿Qué es el golpe de ariete?
El golpe de ariete no es más que la sobrecarga de presión que sufre una tubería en su interior cuando una columna de líquido se mueve dentro de ella con cierta inercia y, de repente, ese flujo cesa de forma repentina.
Esa parada en el flujo del líquido puede estar motivada por muchas razones, como por ejemplo el cierre de una válvula. Por otra parte;
Cuanto más larga es la conducción y más alta la velocidad del líquido = Mayor es también la sobrecarga de presión que padece el tubo.
La inercia natural que tiene el interior de un líquido en una tubería es siempre proporcional a su peso y a su velocidad. El fenómeno del golpe de ariete es común porque es relativamente habitual que se den paradas bruscas en el flujo.
¿Cuáles son las principales causas que originan el golpe de ariete?
Además de la apertura y el cierre rápidos de una válvula, que hemos mencionado anteriormente, también el arranque y la parada de una bomba puede generar este fenómeno.
En tercer lugar, pero no menos importante, está la acumulación y el movimiento de bolsas de aire en el interior de las propias tuberías. Cuando hay aire atrapado en un tubo, éste, al moverse con el agua, puede actuar como un resorte y forzar la flexibilidad de la tubería con muchas y aleatorias compresiones y expansiones.
Esos cambios bruscos pueden hacer que en algunos puntos concretos se llegue a multiplicar hasta por 10 la presión normal de servicio.
¿Cómo se puede evitar el golpe de ariete?
Hay varias medidas que podemos poner en marcha para disminuir las veces que se da este fenómeno o, en todo caso, aminorar sus efectos en la tubería.
- Acometer la instalación de las llamadas ventosas de doble efecto. Con ellas se consigue purgar el aire y, cuando el transporte de líquido está interrumpido, se permite su entrada. Se pueden colocar en tramos rectos y muy largos y tanto en puntos altos como en puntos bajos.
- Conseguir que la velocidad del flujo sea baja y constante, sin paradas bruscas, sobre todo cuando se trata de conducciones que tienen grandes diámetros. Cuando se esté realizando el llenado del tubo, hay que vigilar que la velocidad no supere los 0.3 metros por segundo, hasta que el aire emerja y la presión alcance su valor nominal.En general, es recomendable parar de manera gradual la corriente de fluido. Para hacerlo son muy útiles las válvulas de asiento.
- Como prevención para evitar la entrada de aire, durante la operación de la línea, es preciso impedir que penetre en rejillas, bocatomas, etc… para conseguir que el flujo sea continuo. Por otra parte, el golpe de ariete es más brusco cuanto mayor es la velocidad del fluido por lo que hay que asegurarse de que las tuberías son del diámetro correcto, para que las velocidades no sean excesivas.
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