En función del tipo de termoplásticos que queramos unir, y del uso que tengan éstos, escogeremos el más adecuado de entre los nueve tipos de soldadura que podemos realizar. Hay que considerar que cada termoplástico tiene una temperatura de soldadura y de derretimiento diferente y que nunca se pueden soldar plásticos de características distintas.
A continuación distinguimos los diversos tipos de soldadura que existen, junto con sus características y los usos más comunes que tienen:
Soldadura por placa caliente
Su uso más común es para soldar los extremos de tubos de plástico utilizados en la distribución de gas y agua, aguas residuales y evacuación de efluentes. También es habitual en carcasas de aspiradoras, piezas de lavadoras o de automóviles y en la industria química.
La técnica es la más corriente para unir plásticos, ya que consiste en el uso de una placa, previamente calentada, que se interpone entre las superficies a unir hasta que se reblandezcan. Para saber la temperatura, el tiempo y las presiones necesarias para cada tubería, dependiendo del diámetro, tendremos la referencia de la norma DVS2207-1.
Soldadura por aire caliente
Su uso es muy común en reparaciones domésticas en la que un objeto se ha roto en dos piezas, o también para curvar una tubería de material PVC convencional si no contamos con la pieza o el codo en el momento. Puede emplearse, además, para cambios pequeños en láminas termoplásticas. La soldadura se consigue gracias una corriente de aire caliente, una varilla de soldadura y una tobera. Aunque es sencilla, su eficacia depende de la habilidad que tenga el operario que la realiza.
Sellado por calor
El sellado de bolsas y películas de forma hermética, así como de dispositivos médicos esterilizados es el empleo más habitual del sellado por calor. Los plásticos en los que se emplean son el polipropileno o polietileno de alta densidad, que destacan por su resistencia.
Soldadura por extrusión
La reparación de depósitos y contenedores, así como la unión de planchas, suele realizarse con soldadura por extrusión. Es un tipo de unión por aportación de material y, entre sus características principales, destaca que, en un solo paso, permite aplicar soldaduras grandes. Con ella es posible hacer soldaduras en planchas con un espesor comprendido entre 3/4mm hasta 35/40mm. La normativa que regula ese tipo de soldadura es la DVS 2209-1.
Soldadura por inyección
Es similar a la soldadura de extrusión, aunque ofrece la ventaja añadida de que se permite insertar la punta en los agujeros de defectos de plástico de diferentes tamaños.
Soldadura por ultrasonido
Las aplicaciones de este tipo de soldaduras, que se usan para componentes de escasa longitud, son variadas, desde válvulas y filtros utilizados en equipos médicos a componentes de automoción y carcasas de electrodomésticos. El método de unión son vibraciones mecánicas de alta frecuencia.
Soldadura por alta frecuencia
Es una de las técnicas con mayor número de usos, incluido el caso de grandes superficies. Las lonas de plástico, los productos inflables, las pantallas de cine o los depósitos para elementos líquidos son solo algunos ejemplos. Los materiales se sueldan gracias a la energía provocada por un campo electromagnético (27,12 MHz) y la presión que se ejerce sobre las superficies a unir.
Soldadura por láser
Piezas plásticas y películas se pueden soldar fácilmente con esta técnica. Su uso es corriente en, por ejemplo, la unión de partes del faro de un automóvil, ya que son termoplásticos transparentes. No genera vibraciones en la estructura ni requiere contacto de ningún tipo, lo que hace que sea limpio e higiénico.
Soldadura por vibración
Electrodomésticos y automóviles son habitualmente soldados con esta técnica. Casi todos los termoplásticos admiten su uso. Aplicando una presión a una frecuencia y amplitud correctas a dos piezas que se frotan entre sí, generamos el calor necesario para fundir el plástico. Cuando esto se logra, se para la vibración, se alinean las partes y el polímero, ya fundido, se deja solidificar.
Soldadura por fricción
También llamada rotacional, se emplea para ruedas de plástico o carritos de la compra. Su uso es común porque no es caro, aunque es imprescindible que al menos uno de los componentes que vamos a soldar tenga forma circular. Con uno de los componente fijo, se gira el otro a una velocidad controlada hasta que el calor de la fricción provoque la fundición del polímero y, ya en frío, la soldadura.