Los sistemas de saneamiento de aguas residuales por gravedad son los más empleados en España, sin embargo, no se trata de la única solución, en especial cuando hablamos de algunos terrenos con circunstancias medioambientales especiales, que merecen un cuidado especial.
El sistema de saneamiento de aguas residuales por vacío se utiliza en áreas complicadas porque es un procedimiento más económico que otros y ha demostrado a lo largo del tiempo su alta fiabilidad.
El sistema de evacuación del agua se basa en el mantenimiento, dentro de las tuberías, de una presión permanente que se mantiene entre –0,5 y –0,6 atmósferas. Esto se logra por el efecto de unas bombas y unas válvulas especiales de vacío.
La diferencia entre la presión permanente y la presión atmosférica hace que las válvulas se abran, absorbiendo las aguas residuales que se hallan en los pozos. Posteriormente, el vacío que hay en las tuberías genera caudales, primero hacia la estación de vacío y después hacia la propia red de saneamiento.
Alemania y Holanda, en Europa, y Estados Unidos, son los tres países en los que más intervenciones de saneamiento de aguas residuales se han realizado con la técnica del vacío.
En general, aquellos lugares con una tipología del terreno que presenten un elevado nivel freático y planicie se verán beneficiados por esta técnica. El saneamiento por vacío está, además, especialmente indicado para zonas costeras. Las estimaciones son que, gracias a este procedimiento, la evacuación de aguas residuales puede tener una media de unos 6.000 metros cúbicos al día, aunque la cantidad puede ser muy variable.
Ventajas del Sistema de Saneamiento por Vacío
- Menor profundidad de excavación para la instalación de las tuberías, lo que aminora los riesgos que deben afrontar los operarios durante la instalación del sistema.
. - La flexibilidad de la tubería ayuda a que no se produzcan roturas, fugas y filtraciones, algo que sí puede ocurrir en el caso de tratarse de tubos de otros materiales.
. - Las tuberías que se utilizan tienen menores diámetros que en otros sistemas, algo que se compensa con las altas velocidades que llega a alcanzar el agua en su recorrido por las conducciones.
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Los tubos suelen tener un diámetros de hasta 250 milímetros, pero se dan también casos de instalación de tuberías de 315 mm.
. - Menor consumo de energía. A diferencia de los métodos tradicionales, el saneamiento por vacío es más eficiente y requiere mucho menos gasto de energía.
. - Coste de inversión en la obra civil reducido en relación con el empleo de otros métodos. Las excavaciones son más rápidas, lo que reduce además el impacto en zonas urbanas, más aún si tienen tráfico rodado. Además, el coste de mantenimiento es también menor que en otros casos.
. - Eliminación de malos olores en la red de alcantarillado, algo mucho más difícil de evitar en el caso de sistemas de saneamiento tradicionales.
. - Fiabilidad. Con este sistema se puede asegurar que no existen riesgos de contaminación del subsuelo. Hay una aireación constante de las aguas residuales, lo que evita que las aguas, con componentes contaminantes, puedan en algún momento dañar al medioambiente. Además de todo ello, se produce un control total del vertido final.
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